miércoles, diciembre 29, 2010

Antes de que acabe el año...

Al llegar Diciembre, la prensa económica suele recordarnos a los curritos con nómina qué hacer antes de que acabe el año para poder desgravar unos euros en el próximo ejercicio de la Renta (sí, la declaración se hace en Mayo-Junio, pero el año fiscal se acaba ahora y a la hora de las uvas todo el pescado estará vendido).

Pues bien, desde hace unos años por estas fechas hago mi donativo a una ONG (en mi caso Manos Unidas) de la que me desgravo el 15%.

Es buena cosa plantearse dedicar unos euros a la ONG que sea, que se dedique a ayudar a gente que está realmente jorobadas. Fuera excusas tontas para no rascarse un poquito el bolsillo. Había escrito un post mucho más largo desmontando las excusas que suele darse uno mismo para escaquearse, pero dejaré una sola reflexión:

Olvidaté por un momento de conceptos (que si hay que cambiar la estructuras, que si los ricos, que si ya pago impuestos, que si seguirá habiendo hambre) y piensa en concreto, en que al final ayudas a una persona concreta (o más de una), como tú, pero sin tu suerte de haber nacido en España. Tu donación no evitará que miles mueran injustamente de hambre; incluso puede que al niño que hoy ayudas a que sea un poco feliz no llegue a adulto, pero carajo, esas pelas a ver si te las ibas a gastar en algo más importante y permanente.

domingo, diciembre 19, 2010

La ley de Economía Sostenible y el poder de los lobbies

Quedan muy pocos días para que se vote la ley de Economía Sostenible con su polémica parte relativa a las descargas y el cierre de las web. Aquí se va a retratar no sólo el PSOE sino el resto de partidos: habrá que estar atentos a quién apoya (aunque sea por omisión, absteniéndose que hay mucho Poncio Pilato en la política) a ZP y su bajada de pantalones ante la administración Obama como han dejado en evidencia los cables filtrados por Wikileaks. Quien por cierto piense que Obama no tiene nada que ver con esto, cegado porque haya hecho otras cosas positivas, que no se engañe: no le fue impuesto Biden como vicepresidente sino que fue él quien lo buscó e insistió cuando inicialmente no quería ir con él y no existe la inocencia en política.

No valen lavados de cara con enmiendas de última hora: lo único honrado es si se quiere cambiar la ley en temas de las descargas es hacer una ley específica para este caso y no tratar de colarla en un paquete que supuestamente trata sobre cómo salvar nuestra economía.

El tema de las descargas de contenidos por particulares en contra del deseo de quien obstentan los derechos de distribución, frente al histórico derecho de copia privada o a la privacidad de la IP y datos de conexión, es complejo, debatible y con una rica gama de grises y matices a analizar y sobre los que opinar. Lo que no es de recibo es tratar ante presiones externas de hurtar el debate y colar por la puerta de atrás medidas de en el mejor de los casos dudoda constitucionalidad. Además la ley ni siquiera entra en el tema del fondo (las descargas) sino que además va a violentar nuestro sistema jurídico para algo que no va a servir para nada, porque con cerrar algunas webs no se van a acabar las descargas.

Un tema para la reflexión: Cada vez que los lobbies como forma de evitar las descargas abogan por tratar a quien las hace como criminales, facilitan un poco más que auténticos delicuentes como los pedófilos sean más difíciles de perseguir. Los centenares de miles de personas que descarguen películas o música no van a desistir fácilmente sino que van a recurrir a la tecnología para ocultar lo que están descargando de forma que no sea viable su persecución sin registrar su domicilio. Cuanta más gente haga esto, más fácil será mimetizarse entre ellos, más accesible será la tecnología, para quien incurra en actividades penales.

Que nadie se engañe, la única forma de conciliar intereses económicos de creadores con la actitud de los consumidores es lograr que estos voluntariamente decidan contribuir directamente o indirectamente (merchaidising, conciertos) por los contenidos que consuman. La copia de contenidos es imposible de erradicar por medios legales o técnicos.