martes, enero 02, 2007

Hussein

Tras la ejecución de Sadam Hussein, varios blogs y comentarios políticos han incidido sobre que esto iba a complicar aún más el futuro de Iraq. Otros han opinado justo lo contrario, incluso gente contraria a la pena de muerte han dicho que acabar con Hussein era imprescindible para que se aplaque el odio de kurdos y chiíes contra los sunnies por sus abusos amparados por Sadam. Vamos, que Sadam habría sido una cabeza de turco, aunque en este caso no precisamente inocente.

No creo ni que la ejecución vaya a complicar mucho más la situación en Iraq, ni que fuera realmente necesaria ni vaya a mejorar sensiblemente las cosas. La cuestión no es la "utilidad" o conveniencia/inconveniencia de la medida, sino el hecho de que la pena de muerte es una medida extrema que sólo es lícita en situaciones extremas que no se dan cuando hay un estado establecido que cuenta con medidas alternativas efectivas como la cárcel.

El problema real es que lamentablemente en Mayo de 2005 el gobierno iraquí restableció la pena de muerte en Irak (contra el parecer del presidente del país). Para muchos menos casos que los 118 previstos en el código penal de Sadam, pero evidentemente un paso atrás respecto a la situación previa cuando el administrador nombrado por EE.UU. abolió la pena de muerte.

Así las cosas para un habitante de Iraq que ha sufrido a Sadam resultaría escandaloso que se ahorque a gente por delitos que no son de sangre y al mayor autor de masacres y crueldades del país fuera al único que se le perdonara la vida por presión internacional, porque para ningún periódico es noticia que se ahorque a un delicuente de poca monta en Iraq.

Bien está lamentar cualquier ejecución, aunque sea de Sadam, pero ojalá seamos más coherentes. Que dejemos de agasajar en Marbella a los gobernantes de Arabia Saudí, dónde se ejecuta a gente por cosas que aquí ni siquiera son delito. O que Zapatero haga menos demagogia con la Alianza de Civilizaciones con el presidente de Irán. Menos propaganda y buen rollito, sin mover un dedo para que este país deje de ser el lugar dónde más ejecuciones hay en proporción al número de habitantes y se ahorque a la gente por ser homosexual.