domingo, mayo 22, 2011

sobre D'Hondt, voto en blanco y otras consideraciones

Supongamos unas elecciones en las que una provincia elige dos diputados. Una candidatura obtiene 20.100 votos y otra 9.900. ¿Cuál sería el reparto más justo, 2-0 o 1-1?

A favor del 2-0 es el número de votos (y por tanto represantos) por escaño. Si es 1+1 la candidatura supuestamente perdedora obtendría la misma representación que la ganadora con menos de la mitad de votantes.

A favor del 1-1 es la proporcionalidad entre porcentaje de votos y de representantes:  la candidatura con más votos tiene el 67% de los votos y la otra el 33%; es evidente que el 33% está más cerca del 50% que del 0% y de igual modo el 67% está más cerca del 50% que del 100%.


Sistema D'Hondt

El primer criterio (2-0) se da con sistemas de tipo "gana la mejor media", como el método D'Hondt utilizado en España. El principio es que en cada escaño a disputar, no se lo pueda llevar un partido con peor ratio "votos por escaño ganado" que el que tendría otra candidatura de llevarse el escaño ella. El procedimiento con nuestro ejemplo es simple: el primer escaño se lo lleva la primera candidatura, porque en ese caso tiene 20.100 votos por escaño mientras que su rival tendría 9.900; el segundo también se lo lleva, porque así el coste por escaño son 10.050 votos (20.100/2) que sigue siendo superior a 9.900. La descripción formal del método:
  1. Hacer una tabla, con una fila por cada partido político. En la primera columna escribir los votos de cada partido, en la segunda ese número dividido por dos, en la tercera dividido por tres y así sucesivamente. Como mucho nos hará falta tantas columnas como escaños, que se daría en el caso que todos los escaños se los lleve la misma candidatura.
  2. Mirar qué celdas tienen el mayor número, a qué fila (candidatura) pertenecen y asignarlas el escaño.
  3. En el caso que dos partidos tengan los mismos votos, se hace sorteo para la primera asignación y luego se va alternando.
Sistema proporcional

El segundo criterio se da con sistemas de tipo "gana el mejor resto": hay varias alternativas, pero nos quedaremos con una de los más conocidas. La idea es mirar el total de votos de todas las candidaturas y dividirlas entre el número de escaños. Eso nos da el número de votos que debería "costar" cada escaño para que el número de representantes fuera proporcional al de votos  (en nuestro ejemplo son 15.000 votos, (20100+9900)/2). Con eso se hace un primer reparto de escaños, haciendo una división entera entre los votos de cada candidatura y los votos teóricas que debería costar cada escaño: a la primera candidatura le tocará uno (20100/15000 es 1,34) mientras que la segunda no obtendría ninguna, al ser 9900/15000 menor de uno. Ahora bien, tras este primer reparto quedan escaños por repartir, en nuestro caso 1. La forma más proporcional es mirando los restos de la división e ir asignando los escaños que restan ordenando de mayor a menor. En este caso la primera candidatura tiene peor resto que la segunda (9100 frente a 9900) por lo que el segundo escaño iría a la segunda.

Una diferencia importante entre los dos métodos es que en el proporcional se tienen en cuenta el total de los votos para calcular la proporcionalidad, mientras que en el primero sólo se miran los votos de cada una. Esto quiere decir que en mientras que con el método D'Hondt el voto "disperso" que no vaya a los partidos con posibilidad de obtener escaño no cuenta para nada, en el sistema proporcional sí lo hace. Por ejemplo si la candidatura A obtiene 30.100 votos y la B se queda en 10.000, de no haber más votos A se llevaría los dos represantes (serían 20.050 votos por escaño, luego restos de 10.050 frente a 10.000) pero si hay una candidatura C con 1000 votos, está claro que C no obtendría representante pero haría falta que ahora fueran necesarios 20.550, que dejan igual el resto de B pero bajan el de A a 9.550. Esto es coherente con el sistema proporcional, porque A ha pasado a tener del 75% de los votos a tener el 73% (ahora más cerca del 50% que del 100%).

Reflexiones sobre estos sistemas

El sistema D'Hondt beneficia la formación de mayorías, pues los partidos con más votos obtienen más proporción de representantes que de votos. Sin embargo lo que realmente contribuye a esta desproporción muy por encima del método D'Hondt es la existencia de múltiples circunscripciones y sobre todo cuando muchas de ellas son de pocos escaños; con una circuncripción única está claro que si cada escaño cuesta el mismo número de votos que estando disperso en varias circunscripciones, el poder tener todos los votos juntos hace más fácil obtener representación. Ahora bien, la división en circunscripciones provinciales no es por ley electoral sino por la propia Constitución.

Cuando todo el país es una única circunscripción (caso de las elecciones al Parlamento Europeo) el impacto entre usar D'Hondt o un sistema proporcional es mucho menor que cuando se usan múltiples circunscripciones. El ejemplo que hemos puesto es extremo y conforme hay más votos y escaños las diferencias entre los resultados de los métodos se reducen.

Un detalle adiccional es que si antes decíamos que en con D'Hondt no se tiene en cuenta el total de votos y que por lo tanto las papeletas que no van a las candidaturas que logran representación no tienen ingún impacto, en el caso de muchos sistemas electorales como los presentes en España esto debe matizarse. En el método en sí no se usan, pero antes de aplicar el método se hace un primer filtrado y se ignoran las candidaturas que no alcancen un porcentaje mínimo de votos (5% en municipales y algunas autonómicas, 3% en generales y otras autonómicas). Así pues tanto el voto en blanco (que se considera como válido) como el voto a partidos que no obtienen representación, puede teóricamente hacer que una candidatura que sí tendría derecho a representantes se quede fuera por no tener el porcentaje mínimo de votos (no así los votos nulos, al no contabilizarse). Quede claro por tanto que no es que el voto en blanco beneficie a las grandes candidaturas porque se sume a ellas o disparates similares y que su influencia es del mismo tipo que los votos a candidaturas dispersas que no obtienen representación.

Por supuesto en el caso de muchas provincias que tienen unos pocos representantes en las generales o autonómicas, o en el caso de ayuntamientos pequeños, esto tiene una influencia nula. Esto es así porque al haber pocos escaño, salvo que el voto estuviera regularmente disperso en muchas candidaturas, para obtener un solo escaño haría falta un porcentaje de voto muy superior al mínimo para pasar el corte. En cambio con provincias como Madrid con muchos representantes sí es cierto que por votos se podría tener derecho a varios reprentantes pero no es posible por no llegar la mínimo porcentaje.

Así pues no es cierto que el voto en blanco (o el de las candidaturas que apenas obtienen unos pocos votos; por ejemplo el efecto en terceros es el mimos de votar en blanco a votar a "ciudadanos en blanco" si tal candidatura no obtiene representación) se sume a los partidos mayoritarios, pero sí es cierto que en circunscripciones con muchos representantes teóricamente sí podrían afectar para que una candidatura que en principio debería obtener representantes por su porcentaje de votos sea descartada.  Generalmente haría falta que la candidatura esté bastante al límite del mínimo, pues la abstención y voto disperso en pequeñas candidaturas tampoco suele ser un porcentaje significativo. El beneficiado de esos escaños que se hubiera llevado la candidatura descartada no tiene necesariamente que ser un partido mayoritario, pero dado que son los que más votos tienen lo más normal es que sí sea así.

En cualquier caso, lo justo sería eliminar el mínimo para obtener representación, pues es absurdo que un partido tenga votos para más de un representante y se quede fuera.

miércoles, mayo 18, 2011

#nolesvotes y una teoría del karma de los políticos

Hacía tiempo que quería escribir  una valoración personal sobre la iniciativa de #nolesvotes, tenía ya de hecho un borrador grabado y si me descuido llega la jornada de reflexión y me lo como con patatas :-).  Por vago al final he tenido que reescribir casi todo lo que tenía.

Asumo que mis escasos pero muy apreciados lectores son personas con criterio y en lugar de esperar que yo u otro tercero les cuente de qué va #nolesvotes dedicarán dos o tres minutos a leer el breve manifiesto en http://www.nolesvotes.com/ para enterarse de primera mano. ;-)

Para los impacientes y también para los que deciden leer o no en función de que la opinión esté en consonancia con la suya (no lo critico, que yo también lo hago más de una vez ;-) ) comienzo por las conclusiones. Me gusta #nolesvotes como reacción a la irresponsabilidad de PP, CiU  y PSOE con la ley Sinde, deseo que tengan el máximo impacto mediático para que los involucrados vean que lo que han hecho no sale gratis (y aquí pongo mi granito de arena), creo que su efecto poco o mucho sólo puede ser positivo, pero sin embargo no me adhiero a  #nolesvotes aunque les desee mucho éxito.

¿Y eso cómo se come? pues simplemente una cuestión de filosofía personal con los temas políticos: igual que no me gusta decir a los demás qué tienen que votar, evito decir (al menos en un ámbito público) a quien creo que no tienen que votar y más cuando sabes que con la perspectiva de opciones limitadas por el voto útil ambas cosas pueden coincidir. Ante las fechorías (o buenas políticas, no vamos a ser siempre negativos) de un político, me conformo con:
  1. Llamar la atención de otras personas sobre ese hecho y darlas argumentos sobre los que pensar, para que saquen sus propias conclusiones y decidan a su buen criterio. Vale, ya sé que con este blog mis expectativas en este punto son muy modestas :-)
  2. Contribuir a la publicidad negativa (o positiva) para que el político vea las consecuencias de sus acciones en su imagen y por tanto en su valor como activo electoral (si aporta o resta votos). Nuevamente esta porquería de blog tampoco es que sume mucho, pero ya se sabe que un grano no hace granero pero ayuda al compañero.
  3. Tener un mínimo de honradez intelectual. Guay, en esto no importa que mi blog sea super minoritario ;-). Que a la hora de aplaudir o criticar no piense en lo que votaría yo ni en si eso va influir en que otras personas  voten lo que yo o lo contrario. Ser honrado intelectualmente es si menganito ha hecho algo mal pero aún así quiero que gane porque mi valoración global es positiva, no voy a dejar de criticarlo aunque eso suponga que otra persona reflexione sobre ello y decida no votarle.
La mayoría de las acciones de los políticos, consideradas individualmente no tienen entidad suficiente para determinar un voto masivo. Y sin embargo todo político sabe que todo lo que afecte a su popularidad cuenta, que la tarjeta amarilla no se saca sólo por una entrada peligrosa sino por reiteración de faltas o que en boxeo se puede ganar por KO pero es normal por los puntos.

Lo interesante de la popularidad de cada opción política es que en realidad no es un valor objetivo global, sino que cada persona hace su propia valoración subjetiva y en su cabeza PP, PSOE e IU tienen distinto karma que en la cabeza de su vecino. Y que una persona cambia el karma que tiene de una opción política cuando se entera y valora algo que han hecho, gracias a medios de comunicación, un blog o simplemente una conversación delante de un café.

Por supuesto esto del karma no es un valor numérico preciso , sino algo más difuso, una sensación y como el cabreo o las opiniones sobre las personas puede cambiar por pequeños detalles que tienen un impacto acumulativo aunque al cabo de unos meses hayamos olvidado el detalle en sí.

Los políticos saben que algunas acciones directamente les resbalan a mucha gente (sobre todo si quienes estén en contra no se preocupan en darlas publicidad y explicar por qué son dañinas) y que a otras son sólo una gota, pero también que la acumulación de gotas colma o vacía un vaso.

El qué hace la gente a la hora de votar con el "karma" a cada opción es cosa suya y depende de factores personales. Seguramente lo tenga más fácil alguien que viva en una zona donde los resultados están cantados por lo que pueda darse el gustazo de dar un voto de castigo sin preocuparse de qué opción le parecería menos dañina, o simplemente le da igual entre las opciones favoritas, que quien vea que su voto es más decisivo. El karma no sólo afecta a decir votar por uno u otro, marca la diferencia entre dejar de votar a un candidato y votar además al opositor, o entre ser votante entusiasta que trata de convencer a otros a un votante poco entusiasta que como haga buen tiempo el día de las elecciones se va de excursión y no vota.

La apuesta por #nolesvotes no es simplemente afectar a su karma; es ir más lejos y pedir a la gente que vote a un partido que no sea uno de estos tres. Algo evidente es que el tema de la ley Sinde para muchos electores no es suficiente para determinar por sí sólo su voto, de modo que se han hablado de otras acciones de estos partidos que justifican que no se les vote. El problema de este cambio de chip, es que entonces el por qué están exactamente PP, PSOE y CiU y no hay otros compañeros que suelen actuar en conveniencia con ellos cuando hay algo que sacar.

En cualquier caso, me alegro que haya surgido #nolesvotes. Puedo no compartir el mensaje, pero el efecto que se está consiguiendo, hacer ver a los políticos que cabrear al personal tiene un precio y que más les vale tenerlo en cuenta para las próximas elecciones en las que se juegan todo, es un logro por el que hay que felicitarse, al margen de cómo afecten en municipales y autonómicas individualmente a cada uno de estos tres partidos. Este buen efecto de ponerse las pilas debería valorarse positivamente incluso para quien aprecie el bipartidismo. También celebro el efecto en la gente, en pasar al ataque y no optar por la resignación.

lunes, mayo 02, 2011

una de futbol: Florentino es un calzonazos

Este blog no es lo que era. Su degradación es tal que voy a publicar una entrada de fútbol ;-).

No soy futbolero, de hecho no me gusta jugar al fútbol y si no tuviera un hijo al que sí le gusta no daría una patada al balón ni por casualidad.  Veo sólo unos pocos partidos de fútbol al año y si me tengo que perder la primera media hora del partido del siglo porque a esa hora toca ir a nadar, pues me la pierdo sin ningún complejo (es lo que tiene que haya varios partidos del siglo al año ;-) ). Por supuesto no leo prensa deportiva: si ya de adolescente me parecía que los periodistas deportivos no eran gente muy madura...

Con todo, siempre he sido madridista y como buen merengue he hecho mi peregrinación al Santiago Bernabeu, me ha encantado el museo y ha sido una experiencia pisar el banquillo y los vestuarios. Eso sí, en la tienda compré algunas chorraditas pero no una camiseta, que tienen un precio obsceno para pagar unos fichajes aún más obscenos. También soy anti-barça y no me ando con hipocresías; en un partido del Barcelona contra cualquier otro equipo iré con ese equipo, aunque sea un combinado marciano. Aclaro que el tema de los piques en el fútbol me parecen divertidos (de vivir en Madrid seguramente sería menos madridista porque sin rivalidad pierde aliciente; no descarto que fuera un cascarrabias anti-fútbol :-D). Pienso que es tontería tomarse tan en serio un juego, simplemente hay que tener un poco de sentido común para distinguir cuando te puedes cachondear y cuando no es el mejor momento. Por ejemplo la manita de Piqué nada más terminar el partido sólo se explica o porque el muchacho es un inmaduro (como lo del escupitajo) o porque su calidad humana no está a la altura de la futbolística, pero pasado el momento caliente, el Barça y sus aficionados pueden cachondearse todo lo que quieran como haríamos los demás en su lugar, faltaría más y si eso es calentar el partido y es malo porque pude generar violencia es que la gente se toma demasiado en serio esta tontería del futbol.

Todo esto es para hablar de la polémica del momento, Mourinho tras el partido de ida de la semifinal de Liga de Campeones y todas las movidas posteriores.

En cuanto a sistema de juego y méritos deportivos de Mourinho, no tengo mucho que decir: es menos vistoso que el del Barcelona y no digamos que el del Madrid de sus años más gloriosos, pero tampoco está de más reconocer algunas cosas:
  1. Este Barça es con diferencia el mejor de su historia (aunque esto no sea decir mucho, jeje) con jugadores muy buenos que llevan juntos desde la cantera con el mismo sistema de juego. Tratar de competir contra este equipo es muy difícil y en todo caso el sistema no es imitarlos, sino aprovechar los puntos fuertes que puedas tener y neutralizar en la medida de lo posible los suyos. Por tanto es absurdo jugar al toque contra ellos y no buscar cómo aprovechar que tus jugadores tienen más poderío físico (que corren más, son más altos) y tienen mucha calidad individual.
  2. El dominio del juego se mide en ocasiones de gol, no en posesión, de igual modo que en una etapa ciclista el ganador es el que llega el primero, no el que va más minutos primero y ataca antes en el puerto. Cuando el Barça logra crear muchas más ocasiones de gol que el Madrid, claramente está dominando. Cuando no es así,  es falso que esté jugando más al fútbol el Barcelona u ofrezca más espectáculo: si un equipo tiene la posesión del balón pero no es capaz de tirar a gol, no está jugando mejor que su rival ni resulta divertido.
  3. Lograr que los  jugadores del R.Madrid corran y presionen hasta acabar fundidos tiene un mérito de la leche :-)
  4. El Madrid, como el resto de los equipos, necesitan un poco de continuidad. Fichen a quien fichen, que sea un proyecto duradero, porque los jugadores que pide un entrenador no se les hace ficha sólo por un año.
Ahora bien, si contra el sistema de juego de Mourinho no tengo mucho en contra, sí lo tengo con su actitud y declaraciones. El Madrid siempre ha presumido de dos cosas: títulos y señorío. Lo del señorío lleva mucho tiempo flojeando, pero ahora está fatal. Y ahí, señores, la culpa es del presidente, que es quien tiene que hacer respetar la imagen del club, como hacía en su día Santiago Bernabeu. Florentino Pérez es bueno que no se meta tanto en temas deportivos como hacía en el pasado, pero en temas institucionales, en imagen del club, es su función y no puede mirar para otro lado.

Las mutuas denuncias ante la UEFA de Barça y R. Madrid son patéticas. Es el presidente del Madrid quien debería haber censurado la actitud de Mourinho, con buenas palabras, alegando que es un calentón comprensible con la tensión, pero marcando las líneas. Son los clubs también los que deberían recriminar el juego a sus jugadores (en el caso del Barça fue escandaloso, pero también lo han hecho jugadores del R.Madrid y nunca el club ha dicho nada). Y la UEFA debería actuar de oficio en estos casos, sin que los clubs hagan de chivato. Y si lo hace el Barça, pues el Madrid hace gala de eso del señorío y se calla.

¿No me estoy tomando muy en serio ahora el fútbol, al hablar de sanciones y de señorío, cuando antes hablaba de la necesidad de tomárselo como un juego y defendía que los piques son algo de lo más sano?

Pues mira, para ver como son cosas compatibles, piensa en los chavales. Lo bueno del fútbol (yo diría que lo único bueno, si quitamos lo que tiene de entretenimiento más inofensivo que otros) es que anima a los niños a hacer deporte y el valor del esfuerzo. El que los chavales se piquen pero con deportividad, cachondeo y sin enfadarse es una buena actitud ante la vida (un poquito más de energía y de humor). Pero que luego vengan unos idiotas que cobran un montón de dinero y deberían ser conscientes de su responsabilidad para con los niños y en lugar de ello nos "enseñan" a criticar sin motivo, cuestionar sistemáticamente la rectitud de quien hace de juez y del contrario, hacer faltas peligrosas que pueden evitarse, ser unos piscineros más falsos que Judas, tratar sistemáticamente de engañar al árbitro, ser unos llorones...

Y volviendo al Madrid y Mourinho, yo no pido que lo echen. Ni que le pidan cambiar su modelo de juego. Pero sí que el presidente del Madrid asuma su responsabilidad y le pare sus excesos verbales (al igual que debería hablar con jugadores si su actitud daña la imagen del club). No hace falta amenazar, sólo llegado el caso desautorizar unas declaraciones. Que quede bien claro a todo el mundo que la marca del club no es sólo su palmarés, sino el famoso señorío y que esto forma parte del contrato con el club. Si Mou  no es tonto, se controlará un poquito y seguirá, quizás jugando a niño malo y a estar al filo de la línea, pero se controlará. Si se rebota y se va, pues él se lo pierde, porque no todo el mundo sirve para el mejor club de la historia del fútbol.