Ya comenté por qué para mi propósito de leer más había apostado por un lector de libros electrónicos y qué ventajas sobre un tablet veía. Quedaba pendiente explicar por qué aposté por el Kindle frente a otros lectores.
El punto fuerte del Kindle es que es un buen hardware (sobre todo la pantalla) por un precio más económico que cualquier otro dispositivo con tinta electrónica. Supongo que a la mayoría de la gente le sobra con esto, sobre todo considerando que hasta que sus rivales no se actualicen también el Kindle puede presumir de una tinta electrónica con mejor contraste y tiempo de respuesta.
Vale, no corras todavía a comprarte uno. También hay puntos polémicos que hay que valorar con calma antes de decidirse por el Kindle. Amazon ha hecho un lector para su tienda de libros y tiene tanto un DRM como un formato de ebook distinto al de los demás (el estándar de libros electrónicos es EPUB, mientras que Kindle usa un par de formatos propios).
A título anecdótico, la incompatibilidad con el DRM lo es hasta con www.mobipocket.com, otra tienda de libros electrónicos de Amazon que cuenta con algunos libros como diccionarios no disponibles en amazon.com. La "rareza" de esta incompatibilidad está en que Amazon tras su compra de mobipocket usó su formato de fichero para desarrollar el Kindle, pero en el caso del DRM lo ha hecho deliberadamente incompatible haciendo unos cambios mínimos sin otro propósito.
Los libros comprados en Amazon con DRM sólo se podrán leer en el Kindle o con el software de Amazon (lo hay para Android, Windows, MacOSX e iOS, pero hay que tener en cuenta que el software es más limitado y por ejemplo no permite búsquedas en un diccionario). En cualquier caso, todos esos libros se perderán si se migra a otro dispositivo de tinta electrónica que no sea el Kindle. Técnicamente los que tengan formato AZW o mobipocket se podrían reusar usando un programa que los quite el DRM, pero sería ilegal (tanto por el hecho de poseer una herramienta que elimina el DRM como por violar la licencia de uso de los libros).
Esto no quiere decir que con el Kindle sólo puedas leer libros comprados a Amazon: cualquiera puede convertir un libro a mobipocket, uno de los formatos del Kindle, utilizando por ejemplo Calibre, que es software libre,o bien un servicio gratuito de Amazon. Es más, irónicamente mientras que el servicio de conversión de Amazon no soporta ficheros EPUB, la herramienta gratuita que Amazon ha creado para que los autores puedan convertir sus libros a formato Kindle y venderlos en su tienda, lo que hace es importar ficheros en formato HTML o ¡toma sorpresa! formato EPUB.
Una vez convertido el libro, que lo reconozca el Kindle es tan simple como usar el puerto USB: se puede montar como si fuera un pendrive con 3GB, hay una carpeta para los libros o usar el propio calibre. También es posible descargarlo de una web usando la conexión Wifi.
Ahora bien, sólo se pueden convertir libros que no tengan DRM: la mayoría de los libros que se venden llevan DRM. Esto es un problema para quien quiera comprar libros en español: el catálogo de Amazon es muy pobre en nuestro idioma, pero las editoriales españolas y las librerías como FNAC, Casa del Libro o Corte Inglés sólo venden libros con DRM de Adobe (y Amazon no soporta más DRM que el suyo).
El tema del DRM tiene mucha "chicha" y sería largo comentarlo en esta entrada junto con los demás temas. Pero no me resisto a decir que para mí toda esta historia del DRM fue un motivo más a favor que en contra del Kindle, aunque suene absurdo.
El motivo es un tanto anarquista. El DRM, además de ser totalmente ineficaz, es un problema y cuando más claro se vea que es un problema, antes reventará. En cambio todo lo que contribuya a suavizar alguno de los problemas del DRM mantendrá vivo el moribundo. Uno de los problemas prácticos del DRM es la torre de Babel entre DRMs (B&N, Amazon, Apple, todos ellos usan DRMs incompatibles, lo que quiere decir que una persona si cambia de lector pierde sus libros). Sin embargo, en la actualidad esto en apariencia estaría cambiando, porque la mayoría de los lectores soportan al menos el DRM de Adobe. Como Kindle no soporta este DRM "esperanto", cuanta más gente tenga el Kindle, más en evidencia quedarán los problemas del DRM y su torre de Babel.
Es perfectamente factible vender libros sin DRM (como ha terminado pasando con los MP3) y de hecho algunos vendedores como O'Reilly así lo hacen ya. Para los vendedores tiene la ventaja de poder vender libros para el Kindle sin tener que usar la tienda de Amazon y perder entre el 30 y 65% del precio e igualmente poder vender para otros dispositivos sin tener que pagar por cada venta a Adobe. Para el comprador comprar sin DRM es saber que puede cambiar de dispositivo y conservar los libros, sin más trámite que todo lo más hacer una conversión de formato.
Amazon permite al vendedor elegir entre usar DRM o no (aunque parece ser que no da esta misma libertad con mobi , pero el comprador también debería saber cuándo un libro tiene DRM o el formato TOPAZ (unos pocos libros de Amazon, no recientes, usan este formato que es más difícil de convertir). Así mismo Amazon debería abandonar la tontería de "licenciar" los libros: da igual que sea un ejemplar físico o electrónico, el comprador debería tener los mismos derechos, que básicamente son hacer lo que le de la gana con él menos realizar copias y distribuirlas.
Otro punto a cuidar por Amazon es la privacidad: que el usuario pueda controlar exactamente qué información se transfiere a Amazon. Y la promesa de que en ningún caso se transferirá nada referente a contenidos que no procedan de la tienda de Amazon (por ejemplo un libro adquirido en O'Reilly y transferido por USB).
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jueves, enero 27, 2011
Por qué el Kindle (o por qué no) (y II)
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